Plaza Jemaa el Fna

Jemaa el-Fna es el primer punto de llegada! Una gran plaza que cambia de cara con el paso de las horas. En la madrugada silenciosa, la Koutoubia que se destaca justo en frente, las colinas que la rodean, los primeros transeúntes. Durante el dia, la plaza cobra vida, se organizan algunos banquetes, donde por la noche se preparan los mejores platos de la cocina marroquí: tajine, cuscús, brochetas, aceitunas en todas las salsas, caracoles, sopas, pescados a la parrilla, carne a la parrilla… una variada elección que no puede dejar de lado. Detrás de la plaza, el gran zoco de Marrakech, con sus callejuelas caracterizadas por la división de productos: lámparas, babuchas, bolsos, turbantes, joyas… un número infinito de artesanías locales, sobre todo el barrio del tejido, más desinflado, debido al olor de cuero 🙂

El protagonista de la plaza es la música: la música procedente de los banquetes, la música interpretada por los numerosos músicos, el sonido de los instrumentos de los vendedores de agua… ¡en la plaza de Jemaa el Fna no te puedes escuchar solo!

Mezquita de la Koutoubia

Koutoubia, es imposible no reconocerls, con sus 70 metros de altura, destaca desde cualquier punto de la ciudad. Este monumento fue construido en 1147 por los amlohadi, pero sin respetar la alineación con La Meca, se dice que fue demolido y reconstruido para cumplir con los dictados del Corán.

Cada día, 5 veces al día, escucharéis el canto de la llamada a la oración de los fieles.

La mezquita no está abierta a los no musulmanes, pero el espectáculo que ofrece desde el exterior merece un paseo por los 4 lados. Con un poco de suerte, encontrarán una puerta abierta durante la oración, y desde los escalones pueden ver la fila de bóvedas dentro de la sala de oración, que puede acomodar hasta 20.000 fieles.

Medersa Ben Youssef

Medersa Ben Youssef: La primera impresión, al entrar en esta estructura, es la de la magnificencia: por los colores, por la luz, por la riqueza de los detalles y de los materiales utilizados para la construcción de esta escuela coránica que, en aquella época, era la más grande del norte de África.

La acogida es un buen augurio «que se cumplan sus más altas esperanzas»: ¡sólo por esta bendición, que vale la pena visitar!

La madraza forma parte de la cercana mezquita Ali ben Youssef, donde se alojaron hasta 900 jóvenes estudiantes de teología.

En el 2018 la madraza se cerrará por obras de restauración

Museo de Marrakech

Museo de Marrakech: lo más extraordinario de este museo, es un enorme candelabro situado en el centro de una sala y con vistas a toda la sala, dentro del museo son las colecciones de objetos de arte y artesanía tradicional marroquí.

La visita es corta e interesante!

Palacio Bahia

Palacio Bahía: probablemente uno de los edificios históricos más bellos de Marrakech, construido por los mejores artesanos del país. Aquí también, una muestra de decoraciones, muebles preciosos, madera, cerámica, que embellecen las habitaciones del Palacio. De particular interés es el Harén, que albergó a la esposa del Gran Visir y sus 24 concubinas.

El jardín «interior» y los jardines que rodean el palacio también tienen un valor especial.

Palacio El-Badi

Recientemente renovado (en el momento de escribir estas líneas estamos en 2018), este edificio fue la sede del «sultán de oro» que lo construyó a finales de 1500. En la época de su esplendor se componía de 360 habitaciones, para las que se habían utilizado materiales preciosos: granito de Irlanda, mármol de Italia, ónix y oro puro de la India. Cien años más tarde, el palacio fue saqueado y destruido para utilizar los materiales en la construcción de otros palacios en Meknes.

En el interior del edificio hay jardines ricos en naranjos y una gran piscina en la que se refleja el cielo azul de Marrakech.

Tumbas saadianas

Tumbas saadianas: este monumento histórico es una joya de la arquitectura marroquí que muestra, sin prestar atención a los gastos, toda la opulencia de la dinastía: mármol de Carrara y estucos con panales de oro puro, caracterizan las tumbas, rodeadas de ricos jardines que representan el Paraíso Islámico.

El Jardin Secreto de Marrakech

El Jardin Secreto de Marrakech, situado en el corazón de la Medina, ha sido recientemente reabierto al público, aunque se trata de una estructura que data de la época de la dinastía saadí, con más de 400 años de etu. Reconstruida por primera vez a mediados del siglo XIX, fue restaurada recientemente por el artista Tom Stuart Smith, quien restauró su antiguo esplendor, todo basado en el arte islámico.

El Mellah (barrio judio)

El Mellah es una visita obligada, un barrio judío presente en muchas ciudades de Marruecos. El distrito ha sido abandonado por el pueblo judío, ya desde los años 60, pero todavía se puede visitar la antigua sinagoga. Aquí se pueden encontrar muchas actividades artesanales. El barrio fue renovado en 2016

Jardines Majorelle

Jardines Majorelle  probablemente entre los jardines más famosos de todo Marruecos: caracterizados por el azul-mogador, recogen una inmensidad de flores y plantas de todo el mundo. En el interior de los jardines se encuentra la villa que fue la casa de Ives Sant-Laurent, quien se enamoró de ella. Una piscina muy curiosa rica en enormes peces dorados, se encuentra al lado del museo bereber, que le sugerimos que visite.

Jardines de la Menara

Jardines de la Menara. No muy lejos del aeropuerto de Menara, se encuentran los Jardines de Menara, que consisten en un enorme parque rico en olivos, un gran embalse y una residencia de un sultán.

Aquí los habitantes de Marrakech vienen a pasar parte de su tiempo libre, a la sombra de los olivos, disfrutando del picnic familiar.